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Decidimos aprovechar todos los recursos que nos daba el aula. Por eso, quitamos la pizarra que había colgada en la pared y recuperamos la antigua pizarra que estaba tapada por pintura. Cada niño trajo de casa una espátula y junto con la profe Raquel nos pusimos manos a la obra. A los niños les encantó esta experencia tan divertida. 

El resultado fue fabuloso, pues además de recuperar una antigua pizarra, pudimos pintar un árbol en la pared donde los niños fueron quienes lo pintaron. El profe José Luis, un artista increíble, nos hizo la esctructura del árbol y los niños lo terninaron. Fue increíble ver cómo trabajaban en grupo, con una alegría inmensa, con esas caritas llenas de felicidad y con ese entusiasmo... Fue MARAVILLOSO. La verdad, nos quedó un rincón de las estaciones ¡¡¡espectacular!!!!.